Las joyas de acero son joyas de acero de variedad 316L, conocido popularmente como acero quirúrgico, son lo último en joyería. El acero quirúrgico o 316L es la nueva plata, ya que tiene tantos beneficios como la plata y ésta ha subido tanto de precio que hoy en día las joyas de acero son el equivalente a lo que hace unos años eran las joyas de plata.
Qué son las joyas de acero

El acero 316L o acero quirúrgico es ideal para joyería económica, bisutería o piercings, pero también se está utilizando para alta joyería, por ejemplo, anillos de boda o de compromiso, ya que no se estropea con el tiempo, y además son un tipo de joyería alternativa que tiene gran aceptación entre las nuevas generaciones.
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Todos los tipos de acero contienen cromo en alguna medida, ya que el cromo es lo que da al acero su principal cualidad, que no se oxida. Además, todas las variedades de acero contienen algo de níquel (hay personas alérgicas al níquel), pero en el acero que se utiliza para fabricar joyas (acero quirúrgico) la cantidad de níquel es tan pequeña que el acero se considera hipoalergénico.
De hecho, casi todo el acero que se utiliza en joyería pertenece a la variedad 316L o acero quirúrgico. Esta variedad de acero contiene un 16% de cromo, que lo hace antioxidante, menos del 10% de níquel (por eso es hipoalergénico) y un 2% de molibdeno, que lo hace resistente a la sal del agua del mar, al cloro de las piscinas y a otros químicos.
A veces esta variedad de acero (acero quirúrgico) se fabrica al vacío para que la superficie sea más suave; y en este caso se denomina acero 316LVM.
Hay otra variedad de acero quirúrgico, conocida como acero 317L, que es muy similar al acero 316L y que también se utiliza para fabricar joyas de acero.
Hay otras variedades de acero, como el acero 302L o acero industrial, que tiene algo más de níquel y que, por eso mismo, no se utiliza para fabricar joyas.
El acero que se utiliza en construcción es acero 304L, una variedad de acero muy resistente al óxido, ya que tiene un 18% de cromo, con tan sólo un 8% de níquel, pero que no contiene molibdeno, por lo que no es resistente al cloro ni a otros químicos.

Ventajas de las joyas en acero
Estos son algunas de las ventajas de comprar joyas de acero:
- Las joyas de acero son muy duraderas: Como no no es necesario chapar las joyas de acero para que brillen, no se esportillan con los golpes ni se gastan con el uso. Por eso son ideales para un uso diario.
- Las joyas de acero no se ponen feas: El cromo de su composición se combina con el oxígeno para formar una capa protectora de óxido de cromo, por eso las joyas de acero no se oxidan ni se ponen feas con el tiempo y siempre parecen que las acabas de comprar. Las joyas de acero son ideales para climas húmedos, para llevar junto al mar o para practicar deportes con ellas puestas.
- Las joyas de acero son hipoalergénicas: Muy poca gente tiene alergia al acero. La razón es porque las joyas de acero llevan una cantidad mínima de níquel. Por eso las joyas de acero son especialmente indicadas para llevarlas pegadas a la piel, como anillos, pendientes y gargantillas, y especialmente en verano, cuando el calor hacer que la piel sea más sensible.
- Las joyas de acero son muy bonitas: Las joyas de acero tienen el mismo atractivo que las joyas de plata. Además, como se pueden colorear, las joyas de acero pueden ser doradas, plateadas, verdes, azules, rojas, rosas o violeta.
- Las joyas de acero son muy económicas: Las joyas de acero valen aproximadamente cinco veces menos que las joyas de plata.
- Las joyas de acero no se rayan: El acero es un material muy duro, por eso las joyas de acero no se rayan fácilmente y siempre parecen como nuevas.
- Las joyas de acero se limpian muy fácil: Para limpiar las joyas de acero tan sólo necesitas agua y jabón, no hay que comprar limpiadores especiales, como ocurre con la plata.
- Los broches de las joyas de acero NO se rompen fácilmente: Como el acero es tan resistente, los broches no se rompen ni se abren fácilmente, por eso el acero es especialmente indicado para joyas como pendientes y colgantes.
La única desventaja de las joyas de acero es que los anillos no se pueden ajustar al dedo una vez hechos, por lo que al comprar un anillo de acero es imprescindible que sea exactamente de tu talla, de lo contrario no te lo vas a poder poner, por muy bonito que sea.
Por qué las joyas de acero no se oxidan
El hierro se oxida rápidamente. Pero el acero no es hierro, es una aleación de hierro, carbón, cromo y pequeñas cantidades de otros metales como el níquel. Esta aleación de metales es muy resistente a la corrosión, ya que, gracias a un fenómeno conocido como pasivación, el acero no reaccione al entorno, por eso el acero no se oxida, como, por ejemplo, le ocurre a la plata.
La razón de que el acero no se oxide es porque el cromo que lleva el acero forma una fina capa de óxido de cromo en la superficie, invisible a la vista, que protege al metal y evita que se forme el óxido. Esta capa también previene que el metal pierda el color con el paso del tiempo.
Además, hay muy pocas sustancias químicas que puedan dañar o corroer el acero, por lo que es muy poco probable que las joyas de acero se pongan feas con el tiempo.
Sin embargo, un entorno sin suficiente oxígeno evita que se forme esa capa de óxido de cromo o pasivación en ciertos tipos de acero, por eso no todos los aceros se pueden utilizar para piercings, ya que la inserción de la pieza en el interior del cuerpo impide que se forme la capa que protege al metal de la corrosión.
Las joyas de acero para hacer piercings
El acero que se utiliza para piercings debe ser siempre acero bajo en níquel, o acero quirúrgico. Este acero se puede usar en entornos donde haya poco oxígeno, como ocurre en el caso de los piercings.
Algunos especialistas en piercings recomiendan sólo el uso de la variedad 316LVM, es decir, el acero quirúrgico que se fabrica al vacío y que tiene la superficie más suave de todas, especialmente para piercings recién hechos, que se pueden irritar fácilmente o que son más susceptibles a una infección.

Para personas que no son alérgicos al níquel, o para piercings que ya han cicatrizado, el uso de joyas de acero quirúrgico convencional o variedad 316L es la mejor opción, ya que resulta más económico.
El hecho de que la superficie de las joyas de acero no se raye fácilmente hace del acero un entorno limpio ideal para piercings, sin grietas o arañazos donde se puedan acumular los patógenos.
Además, como el acero no se oxida, la joya no ensucia ni tiñe la piel de alrededor.
Por último, el brillo de las joyas de acero las hace muy atractivas en un piercing.
Las joyas de acero para bisutería
Las joyas de acero se pueden fabricar casi en cualquier color, desde el dorado al al negro brillante, pasando por el rosa pálido. Para dar color al acero se utiliza un sistema conocido como anodización. Más abajo te explicamos en qué consiste este método.
Aunque el acero es un metal muy duro, mediante procesos mecánicos se puede doblar y moldear para crear anillos o cadenas que no se deforman con el uso diario y que se pueden llevar en el trabajo e incluso mientras practicas deporte. La dureza del acero hace que se use por ejemplo para fabricar identificaciones para los soldados.
Como las joyas de acero no se pueden modificar una vez que están terminadas, es importante comprar joyas, por ejemplo anillos o cadenas, de la talla o el largo correcto.
Las joyas de acero para hombre
Como el acero es relativamente barato y muy resistente, su uso es ideal para joyas grandes del tipo de las que se suelen hacer en joyería masculina.
Por ejemplo, una pulsera con una gruesa cadena costaría una fortuna en oro blanco o en platino, mientras que esa misma cadena con una apariencia estéticamente muy parecida se puede hacer en acero por la décima parte de su coste.
Además, como el acero tiene tradicionalmente un uso industrial, resulta un metal más masculino que el oro. Por eso cada vez se diseñan más joyas de acero para hombre fabricadas, por ejemplo, anillos de boda.
Propiedades de las joyas de acero
Las propiedades del acero hacen que sea un metal adecuado para usar en joyería. De hecho, en ocasiones, las joyas de acero pueden ser una opción preferible a las tradicionales joyas fabricadas en metales preciosos como el oro o la plata. Veamos por qué:
Las joyas de acero tienen una baja reactividad
La capa de óxido de cromo que previene la corrosión del acero también hace que el acero no reaccione a muchos otros químicos.
Por ejemplo, si hay mucho cloro o sal en el ambiente, como ocurre junto al mar o en las piscinas, la plata se oxida y se pone fea, pero el acero permanece inalterable en este tipo de ambientes. Por eso las joyas de acero se pueden llevar mientras te bañas sin miedo a que se deterioren o se pongan feas. También se pueden utilizar mientras friegas los platos o lavas la verdura.
Además, aunque el acero siempre tiene una pequeña cantidad de níquel, la variedad de acero que se utiliza en joyería de acero lleva una cantidad tan pequeña que no genera ningún tipo de reacción alérgica en la piel.
De hecho, el tipo de acero que se utiliza en joyería de acero es el mismo que se utiliza para fabricar instrumental médico, de ahí que popularmente se conozca como acero quirúrgico.
Las joyas de acero, además, no tiñen la piel ni dejan mancha alguna, como sí hacen otros metales que también se utilizan en joyería, como el cobre.
Las joyas de acero no se ponen feas con el tiempo
Las joyas de acero no se ponen feas con el tiempo, por eso no es necesario limpiarlas ni pulirlas de vez en cuando, como sí que ocurre con las joyas fabricadas en materiales más caros, como por ejemplo la plata.
No es necesario sacar brillo regularmente a las joyas de acero, como sí ocurre con las joyas de plata. Además, las joyas de plata se ponen feas con el tiempo si no las llevas, pero las joyas de acero permanecen inalterables y parecen como nuevas aunque se pasen meses dentro del joyero.
Puede que una joya de acero que tenga un diseño muy elaborado y con muchos pliegues haya que limpiarla alguna vez con ultrasonido, aunque generalmente suele ser suficiente con frotarla de vez en cuando con un paño de algodón.
Las joyas de acero son muy duraderas
Materiales como el oro y la plata, además de ser mucho más caros que el acero, resultan muy maleables, por lo que es muy fácil que se doblen, que se desgasten o que se arañen.
El acero, sin embargo, es un metal tan duro que las joyas de acero no se rompen, no se arañan ni se desgastan con el uso.
Tampoco pierden el lustre ni el brillo original con el paso del tiempo. Por eso el acero es ideal para esas joyas que llevas todos los días y que no se pasan de moda con el paso de los años.
La terminación de las joyas de acero
El cepillado, satinado y pulido de una joya de acero
Las joyas de acero se pueden terminar utilizando una serie de técnicas, entre otras la técnica del cepillado y la del satinado.
El cepillado se hace siempre en la misma dirección y de esta manera la superficie de la joya queda como rayada. Por eso esta terminación es más propia del acero que se utiliza para muebles, puertas o mostradores, ya que disimula bien los golpes y las manchas.
El satinado del acero se suele hacer con una lija o con un baño de arena, de manera que no queda ningún patrón definido en la superficie. Por eso el satinado sí que se utiliza en las joyas de acero.
Tras el satinado de la superficie, se suele realizar el pulido de la misma, que es lo que da el típico aspecto brillante al acero de las joyas de acero.
El coloreado de una joya de acero
El acero se puede colorear, por eso es frecuente ver joyas de acero doradas, rosadas o de otro color.
Para colorear el acero no se utilizan pigmentos, se utiliza un tratamiento electrolítico conocido como anodización.
Este tratamiento consiste en sumergir la pieza en un ácido que produce una reacción química en la superficie del acero. lo que a su vez genera una finísima capa coloreada de aproximadamente 0,26 micras. Dependiendo de la solución utilizada, los colores del acero pueden ser dorado, rojo, morado, verde, azul o negro.
La coloración por procedimientos químicos permanece inalterable a lo largo del tiempo, por eso las joyas de acero doradas o de cualquier otro color no se ponen feas con el tiempo.